Crítica: ‘The Umbrella Academy’ temporada 3

Que maravilla volver a ‘The Umbrella Academy’ y que todo siga igual de loco

Comenzamos con las locuras desde el minuto uno de la temporada. Vemos como después de salvar el mundo en 1963 y supuestamente arreglar toda la línea temporal, nuestros peculiares héroes regresan a casa donde todo vuelve a ser normal. Pero, nada de esto es cierto. Se encuentran en una realidad bastante más complicada. Su casa no es su casa, sino que además de que su padre vuelve a estar vivo se encuentran con otra “familia” de superhéroes, la Academia Sparrow. Bastante diferentes a ellos y mucho más agresivos.

A partir de aquí, vamos conociendo a los diferentes componentes de la Academia Sparrow. Y aunque han sido criados por el mismo padre, son completamente distintos a nuestra querida familia Umbrella.

La tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’ llega a nuestras casas el próximo miércoles 22 de junio en Netflix. La serie consta de 10 episodios, ‘Otra familia’, ‘La mayor bola de bramante del mundo’, ‘Energía de sobra’, ‘Kugelblitz’, ‘La decisión más ética’, ‘Marigold’, ‘Auf Wiedersehen’, ‘Una boda en el fin del mundo’, ‘Siete campanas’ y ‘Olvido’, de unos 50 a 40 minutos de duración.

Volvemos a reencontrarnos con personajes desaparecidos y se añaden nuevas caras para complicar un poco más la historia. Otros que cambian, pues tenemos algún episodio en el que nos cuentan el cambio de Vanya a Viktor.

Esta tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’ no pierde su esencia. Buena música, historias enrevesadas y unos personajes cada vez más disfuncionales que hacen que nos quedemos siempre con ganas de más.

Me gusta mucho eso, ese carácter despreocupado ante un apocalipsis o luego que les entren las prisas por intentar arreglar todo. Esa manera que tiene cada uno de los personajes de afrontar los problemas, ya sea con alcohol, amor o traiciones.

El que Klaus haya sido uno de los personajes con más minutos de esta temporada también ha sido algo de mi agrado, me encanta Robert Sheehan y su talante, que logra crear a un personaje tan tonto y adorable. Además, que tenemos un claro homenaje a su personaje de ‘Misfits’.

En el reparto volvemos a encontrarnos con Elliot Page, Tom Hopper, David Castañeda (‘Cuenta pendiente’) que tendrá un giro bastante grande en su vida, Emmy RaverLampman, Aidan Gallagher, Justin H. Min o Ritu Arya. Y entre las nuevas caras tenemos a Genesis Rodriguez, Jake Epstein, Cazzie David, Britne Oldford o Justin Cornwell.

En la dirección de los Jeremy Webb (‘Altered Carbon’), cuarto episodio por Sylvain White (‘Fargo’) o Paco Cabezas (‘Adios’)

Lo que no se si esta vez han tenido algo de menos presupuesto o si ha habido prisas a la hora de estrenar la tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’. Pero me ha chocado bastante el tema del CGI, bastante flojo en general. Si que es cierto, que hay buenos efectos a la hora de realizar los poderes y sobre todo al final. Del cual evidentemente no voy a contar, pero hay algún que otro croma que es clamoroso.

Pero, que sea eso lo peor. Al final lo bueno que tiene ‘The Umbrella Academy’ es su historia original, su puesta en escena y las locuras que nos ofrece esta familia tan desorganizada. Que como he dicho antes, nos deja con muchas ganas de más. ¿Termina ‘The Umbrella Academy’ con esta tercera temporada? De momento no tenemos noticias, pero si la siguen yo la acogeré con los brazos abiertos como siempre.

Crítica de la temporada 2 de ‘The Umbrella Academy’

El paraguas se despliega en el tiempo y se abre de nuevo cubriéndonos con una divertida trama

Desde el día que supimos de la adaptación a serie de ‘The Umbrella Academy’ quisimos hacerlo saber pues el cómic de Gerard Way y Gabriel Bá (reseña aquí) es una locura la mar de divertida, normal que tenga un Eisner. La primera temporada nos dejó satisfechos pues, aunque no calcase lo sucedido en el cómic resultó ser una buena traslación que ha sabido conservar la extravagancia, hilaridad, despreocupación y violencia de sus personajes.

Esta segunda temporada, que se estrena el 31 de julio en Netflix, conserva el espíritu alocado, imaginativo y absurdo. Mantiene ideas retorcidas y malsanas aderezadas con humor, aportando aún más notas de diversidad. El objetivo final de esta temporada es el mismo que el del último volumen del cómic pero los tiros de los episodios, literalmente, van por otros caminos. En el cómic el final es distinto y se ha cambiado para caer un poco en redundancias. Tampoco podrían haber repetido exactamente el final de la colección ya que cambiaron la raza de uno de los personajes y eso ha hecho inviable incluirle en un determinado punto clave de la historia de Estados Unidos.

‘The Umbrella Academy’ regresa retomando la historia justo en el final de la anterior. Viajamos al pasado pero nos adelantan que hay un cambio en la historia. Esta primera secuencia y algunas posteriores nos pueden recordar a ‘The Man in the High Castle’, ‘X-Men. Días del futuro pasado’ o incluso a ‘Watchmen’, sobre todo cuando vemos que de nuevo el reloj del apocalipsis está a punto de llegar a las 12. Aún así, línea temporal nueva o no, hay unos cuantos sucesos que parten de hechos totalmente verídicos.

Los hermanos Hargreeves se las tienen que apañar cada uno por su cuenta al estar desperdigados y por supuesto se entremezclan como buenamente pueden con los elementos característicos de la USA de mediados del XX, como la lucha de los derechos de los afroamericanos, las sectas, los mafiosos, la Guerra Fría o la saga de los Kennedy. Puede cansar que siendo Netflix nos podemos ver venir a los lejos lo que va a pasar porque siempre quiere meter con calzador determinadas temáticas, lo cual se suele cargar muchas tramas. Pero los personajes están tan bien llevados que te diviertes igualmente.

La segunda parte de ‘The Umbrella Academy’ utiliza un misterio famosísimo de la historia para elaborar en torno a él todo el hilo argumental y conseguir así una serie de sucesos causales. El guión no es excesivamente intrincado pero sabe usar a su favor ciertos eventos que nos aportan nuevos personajes que ayudan además a desarrollar la personalidad de los protagonistas y descubrir algunos de sus intríngulis.

Narcisistas, heróicos, resignados, derrotistas, deprimidos… Vanya, Luther, Klaus, Cinco, Ben, Allison y Diego conservan su frescura. Personajes que al margen de ser muy diversos son totalmente diferentes entre sí y están condenados a entenderse. Ese aspecto como siempre nos trae gran parte de la diversión de la serie. Sobre todo en esta temporada la comedia vuelve a aportar Klaus (Robert Sheehan) que sigue siendo tremendamente alocado dentro de su incansable depresión. Por otro lado me sigue fascinando el personaje de Cinco (Aidan Gallagher) pues continúa haciendo un papelón muy carismático y en esta temporada da la sensación de que tiene más protagonismo. Esta puede parecer una serie muy tontorrona con todos sus desvaríos, pero hacer el papel que hace él con 14 años se me antoja prometedor.

La primera temporada tenía también a unos villanos que eran pura guasa, Hazel y Chacha. En esta ocasión se incorporan algunos nuevos perseguidores, unos suecos bastante soseras. Aunque son lo suficientemente peculiares como para incluirlos en la serie no tienen el gancho de Hazel y Chacha. Por supuesto también está el particular “Ministerio del Tiempo” llamado La Comisión, a parte de alguna cosa nueva que nos descubren.

Os podréis imaginar que hay nuevos personajes y sorpresas, algunos inspirados en el cómic otros totalmente nuevos derivados también de las variaciones introducidas en la temporada anterior. También tenemos información nueva sobre los ya conocidos. Nos sueltan alguna perla a cerca de la verdadera personalidad de cierto personaje protagonista que en los cómics ya se evidenció.

Steve Blackman continúa gestionando series tan buenas como ‘Altered Carbon’ o ‘Fargo’, está claro que ‘The Umbrella Academy’ demuestra de nuevo que tiene buen ojo para sus adaptaciones. En esta segunda temporada ha contado con directores/as como Sylvain White (‘Slender Man’), Stephen Surjik (‘The Punisher’), Tom Verica (‘Scandal’), Ellen Kuras (‘The son’), Amanda Marsalis (‘Ozark’) y Jeremy Webb (‘Merlin’, ‘Altered Carbon’) que se ha encargado de cerrar.

Precisamente el final de esta segunda etapa de ‘The Umbrella Academy’ es uno de los problemas de la serie. Finaliza con una secuencia que parece una cacería al más puro estilo Fornite con toques de X-Men. Es algo pobre a nivel argumental y además no acaba de darle empaque o justificación a una de las tramas principales en las que inciden una y otra vez. Sirve sobre todo para dejarnos con varios puntos abiertos que deberán resolverse en una tercera parte.

A parte de eso el montaje a veces se ve torpe. Hay cortes o escenas algo inconexas que requieren explicación o hacer ejercicio de imaginación para determinar cómo se ha llegado a ese punto. Pasa sobre todo en el cuarto episodio.

Si no sabes como resolver una situación usas a tu componente viajero en el tiempo para reescribirlo todo. Eso es lo que hacen varias veces en esta temporada. Al menos el tono cómico de la serie hace que se resuelva una paradoja de un modo gracioso y con una serie de reglas bastante chistosas.

No hay que olvidarse de la música. De nuevo ‘The Umbrella Academy’ es muy musical y con ello rinde culto a la cultura popular. No hay que olvidarse que el guionista del cómic, Gerard Way, es miembro de My Chemical Romance. Oímos varias covers de canciones famosas adaptadas a determinadas escenas. Hay una versión del ‘Crazy’ de Gnarls Barkley o una variación en sueco de ‘Hello’ que canta My Kullsvik. Pero es que también hay escenas o tomas que son claros homenajes a ‘Terminator’, ‘Oldboy’ o ‘La vida de Brian’, quizá la más reconocible la que imita a Brad Pitt en ‘Snatch’. Todo buenos referentes.

Crítica de la segunda temporada de ‘Altered Carbon’

Una contienda por las raíces y el mundo de Kovacs

Ya tenemos disponible en Netflix ‘Altered Carbon’ temporada 2 que continúa con la adaptación de la novela de Richard Morgan. La que fue una potentísima serie publicada hace justo dos años vuelve ahora con ocho nuevos capítulos para continuar la historia de Takeshi Kovacs. Y en esta ocasión es a través del rostro de Anthony Mackie que hace las veces de protagonista.

La historia arranca directamente donde la dejamos, con Kovacks buscando a su amada Quellcrist Falconer (Renée Elise Goldsberry), cuya conciencia (o pila) está perdida en alguna parte. Esta vez vuelve a verse involucrado en los tejemanejes de un Mat (Matusalén), esos ricos que pueden tener copias suyas para vivir más tiempo de cuerpo en cuerpo, o de funda en funda, más correctamente dicho. A él no le gusta involucrarse en los asuntos de esos todopoderosos magnates que controlan planetas enteros pero le prometen poder encontrar a su amada a cambio. Y así se involucra en toda una guerra interestelar que le devuelve a Harlan, el planeta de inicio de la historia de Kovacs.

La segunda temporada entronca aún más con el pasado de nuestro protagonista. Tenemos a un Kovacs agotado de buscar a Falconer y para poder alcanzar su objetivo no solo debe retornar a sus recuerdos si no también a sus olvidados sentimientos. Es por eso que el escenario de esta segunda fase es Harlam, el mismo lugar donde están las minas del que se extrae el metal del que se fabrican las pilas en la que se almacenan las conciencias. Allí quema su último cartucho en lo que es una desesperada e implacable búsqueda para recuperar su vida anterior, para tener la paz. A causa de eso la serie se ha tornado más dramática y menos divertida.

‘Altered Carbon’ temporada 2 Retoma personajes de la primera etapa pero sobre todo cuenta con el entrañable Poe (Chris Conner), fiel escudero virtual de nuestro protagonista o con la líder revolucionaria Quellcrist Falconer, ambos con sus propios problemas de memoria. Obviamente recurre a anteriores rostros de Kovacs como el de Will Yun Lee. Pero por supuesto incluye nuevos componentes para el tablero. Simmone Missick (‘Luke Cage’) protagoniza la trama paralela de esta temporada en el papel de Trepp quien también está embarcada en una búsqueda, la de su hermano. Frente a ellos están los villanos: Danica Harlan interpretada por Lela Loren (‘Power’) y el coronel Ivan Carrera interpretado por Torben Liebrecht (‘Operation Finale’). La sorpresa en forma de rostro conocido para esta temporada es Neal McDonough quien interpreta al fundador de la colonia de Harlan.

Anthony Mackie  demuestra su compromiso con la ciencia ficción el cual va más allá de ‘Vengadores’ pues pudimos verle en ‘Synchronic’, la obra de los talentosos Justin Benson y Aaron Moorhead, o en ‘Black Mirror’. Se mueve bien entre IA’s, fundas, desintegradores, lectores de memoria y realidades virtuales. Incluso se ha molestado en imitar los andares y algunos gestos de Joel Kinnaman para retomar el personaje de Kovacs.

Hay novedades en ‘Altered Carbon’ temporada 2 como la funda con mejoras de las que disfruta nuestro perseguido protagonista. Ahora tiene curación acelerada y otros detalles que irá explorando y que no os quiero adelantar. Me refiero también a otras incorporaciones como el giro que tenemos a partir del quinto episodio que explora una idea que no vimos en la primera temporada, el cual le da más jugo a la serie. O los clímax como los de los episodios tres y seis que me recuerda bastante a un detalle del ‘Gears of War’. La rabia es quedarnos con la miel en los labios y no poder adaptar la novela tal y como cabría esperar.

Los efectos especiales están al más alto nivel. Con ciudades y colonias planetarias que son el escenario ideal para cualquier jugador de videojuegos, un ambiente futurista repleto de luces y tecnología de todo tipo. El vestuario, los objetos, las ciudades son de nuevo alucinantes. Cada nuevo rincón y localización está personalizado acorde al nuevo ambiente o personaje al que Kovacs se arrima. Dan ganas de dar un salto en el tiempo para explorar las infinitas posibilidades del futuro de ‘Altered Carbon’. Sin duda se han gastando un dineral a la hora de emplear medios tanto físicos como de post-producción, aunque no tanto como las páginas de la novela podrían exigir (no quiero dar pistas más específicas). El departamento de arte ha mantenido la estética de la anterior temporada y ha incluido algunos detalles nuevos que constantemente nos adentran en una trama dependiente de lo puramente digital. Parte del mérito de todo este cuantioso trabajo de escenografía es de Charles Leitrans, fallecido en julio de 2019 y a quien le dedican el primer episodio titulado ‘Phamtom lady’.

Para dirigir la serie se ha contado con directores y directoras como Salli Elise Richardson (‘American Gods’, ‘Doom Patrol’), Ciaran Donnelly (‘Vikingos’, ‘Kripton’), MJ Bassett (‘Solomon Kane’, ‘Ash Vs Evil Dead’) y Jeremy Webb (‘The Umbrella Academy’, ‘Runaways’). Artistas muy experimentados en series fantásticas, algunas de corte parecido y que han velado en que se mantenga el toque de cyberpunk con una acción muy presente. Los referentes a otros títulos de ciencia ficción son obvios pero también los hay a clásicos como ‘Gladiator’, los vais a ver muy claramente. Eso sí, se ha perdido el toque divertido que tenía la primera temporada, esto hacía que pudiese disfrutarse con algo de sinvergonzonería.

‘Altered Carbon’ temporada 2 sigue siendo un regalo para los amantes de la ciencia ficción y el tema de las fundas es obviamente su mejor baza. No solo se centra en la vistosidad de sus escenas y en la acción de sus tiroteos y peleas, también en las búsquedas de identidad y en bucear en memorias perdidas dentro de océanos de bits. Todo esto envuelto con una trama política y llena de intrigas personales. Hay menos misterio y espectacularidad que en la primera parte pero ‘Altered Carbon’ sigue siendo una de las mejores series de ciencia ficción de la actualidad.

Impresiones de la segunda temporada de ‘The Punisher’

No es para desearle castigo pero la serie ha perdido

El 18 de enero vuelve ‘The Punisher’, vuelve el Castigador interpretado por Jon Bernthal con una segunda temporada en Netflix. El personaje creado por Gerry Conway, John Romita y Ross Andru para ser un rival de Spider-Man continúa con su brutal versión televisiva. Como siempre contra viento y marea se abre paso a tiros y puñetazos pero en esta temporada eso no es suficiente.

Todo sucede tras la tercera entrega de Daredevil. En esta segunda etapa en solitario el personaje se tiene que enfrentar a un antiguo amigo que emplea sus conocimientos militares para causar estragos en la ciudad. Por otro lado Castle tendrá que proteger a una adolescente que está siendo perseguida por un reverendo que hace las veces de sicario. Individuos muy relacionados con la muerte, porque en esta temporada juegan mucha importancia los traumas, pero los causados por las muertes causadas por uno mismo.

La serie acabó con sangre y empieza con The Punisher cubierto de sangre y rellenando a los demás de balas. Media temporada se sostiene manteniendo varias cuestiones. ¿Quiénes son o para quien trabajan de verdad los malos esta vez? También nos engancha el conocer el secreto que guarda con tanto recelo la chica interpretada por Giorgia Whigham (‘The Orville’), con quien comparte la mayoría de sus correrías el justiciero de la calavera. En los primeros capítulos, mientras esperamos la respuesta a esas preguntas, si que está bien ver cómo va cambiando el tipo de aventura. Hay episodios con un componente de thriller psicológico, tenemos algunos al estilo buddy movie, un enfrentamiento como en ‘Asalto al distrito 13’, romances repentinos…

Por lo general esta segunda temporada pasa por muchos momentos muy aburridos y eso se debe a varios de sus personajes secundarios. El primer episodio es sin duda el más tedioso y gran parte de su trama no tiene ninguna repercusión en el resto de la temporada, pero en él no aparecen aún aquellos que hacen que la serie arrastre varios problemas.

Principalmente son sus villanos quienes no funcionan. Es decir, esta temporada sufre el mal de muchas películas de superhéroes. Uno de ellos ya conocido y otro nuevo. Ambos pecan de demasiado arquetípicos y sobre todo en el caso de Puzzle/Billy Russo (Ben Barnes) nos topamos con discursos poco creíbles, manidos y acompañados de una máscara de lo más pueril. Como sucede en otras series de Marvel/Netflix estos enemigos acaparan bastantes minutos de metraje para intentar crearles trasfondo o ilustrar sus motivaciones. Pero el hecho de que sean demasiado tipicones y que sus interpretaciones no sean nada destacables nos alarga la duración de los episodios.

‘The Punisher’ está muy metida en la Norteamérica más genuina. Es normal que llegue a esos puntos tratándose del héroe de Marvel que anteriormente era un marine. A su favor juega que ya no bebe tanto del trauma de Frank Castle por la pérdida de su familia. La mayoría de sus actos siguen la filosofía de un hombre chapado a la antigua. Continúa siendo un fuera de la ley, en esta ocasión mucho más estable mentalmente. Es de esos tipos que no dice «lo siento», si no que más bien te dice «prepárate para las consecuencias de conocerme o de lo que voy a hacer». Sigue con su filosofía de cowboy moderno, de forastero de vuelta a un hostil hogar con un sentido muy particular e implacable de la justicia. Lo que se procura que pensemos en esta temporada es que es un solitario egoísta, un paranoico que tiene algo roto dentro de él, pero que aún así se cuida mucho de no matar inocentes. Así lo respaldan algunos guiños a la canción de Linkin Park «papercut» que habla de alguien así. Por descontado podéis pensar que es la misma máquina de matar que casi siempre acaba hecho un Cristo.

Obviamente siguen apareciendo personajes inspirados en os cómics como John Pilgrim, interpretado por Josh Stewart (‘The Collector’, ‘Interstellar’). La doctora Dumont, especializada en veteranos militares interpretada por Floriana Lima. La agente Madani, también continúa en esta temporada, el personaje que interpretó Amber Rose Revah. También tenemos la incorporación de Annette O’Toole pasando de DC a Marvel, de ser la madrastra de Superman en ‘Smallvile’ a ser la ambiciosa Eliza Schulz, esposa de Anderson Schulz, interpretado por Corbin Bernsen (‘Psych’).

Sus guiones pegan un bajón con respecto a su primera temporada y su participación en ‘Daredevil’. Con la tendencia de Marvel/Netflix a cancelar sus series no me extrañaría que no tuviese más temporadas. La serie vuelve a contar con Joe Quesada, Alan Fine, Karim Zreik y el difunto Stan Lee como productores, así como Jim Chory o Jeph Loeb y Steve Lightfoot (escritor de los guiones de la serie). También han escrito capítulos Ken Kristensen (‘Happy!’), Dario Scardapane (‘The bridge’), Felicia D. Henderson (‘Fringe’), Bruce Marshal Romans (‘Infierno sobre ruedas’), Angela Lamanna (‘Hannibal’) o Laura Jean Leal (‘The bridge’). Entre todos han escrito episodios muy similares y aunque hay que agradecer que mantienen la misma línea no aportan nada nuevo.

Tampoco han conseguido salirse de la norma directores como Jim O’Hanlon (‘Sleepy Hollow’), Jeremy Webb (‘The Runaways’), Stacie Passon (‘Transparent’), Jamie M. Dagg (‘Sweet Virginia’), Jet Wilkinson (‘Jessica Jones’), Michael Offer (‘Arrow’), Salli Richardson-Whitfield (‘American Gods’), Alex Garcia Lopez (‘The Witcher’), Meera Menon (‘Titanes’) o  Stephen Kay (‘Hijos de la anarquía’).

En su último episodio todos se van cruzando de un modo correcto y ni con eso ni con la aparición de Karen Page (Deborah Ann Woll) y el in memoriam final a Stan Lee se salva la temporada. Tiene más de un sinsentido y no va a sentar cátedra. Se olvida por otro lado de personajes o de aspectos importantes de estos que hacen que todo lo visto tenga poca consistencia y profundidad.

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