Crítica: ‘The last of us’

Una temporada para calcar la primera parte de la saga

El próximo 16 de enero HBO Max estrena el live action de ‘The last of us’ empezando así una nueva emisión semanal que atrapará a muchos. La adaptación del juego desarrollado en su día por Bruce Straley y Neil Druckmann (‘Uncharted’) ha sido llevada al formato televisivo de la mano de Craig Mazin quien sigue con sus historias dramáticas alejándose aún más de sus primeras comedias. Ya nos sorprendió con ‘Chernobyl’ y ahora aliándose con Druckmann nos sumerge exitosamente en una aventura de zombies, traumas personales y supervivencia.

Siempre es difícil transmitir a la audiencia las mismas sensaciones que tiene jugando a un juego a través de una película o serie porque al fin y al cabo el usuario es parte de la historia manejando a los personajes con su mando. Pero ‘The last of us’ pertenece a esa corriente de juegos que ofrecen durante sus partidas una experiencia cinematográfica por la gran cantidad cinemáticas que tiene. Quizá por eso la serie puede funcionar bien y ganarse incluso a los gamers, ya que logra que nos metamos en su dramática historia y revivamos las fases del juego, aunque sin llegar a imbuirnos tanto terror. Seguramente la serie se gane un buen número de adeptos jugones pero no sin antes pasar por el examen de un casting (Pedro Pascal y Bella Ramsey) que no tiene precisamente un parecido físico próximo al de los protagonistas del juego de Naughty Dog.

¿Qué sucede en ‘The last of us’? La acción transcurre en una realidad alternativa veinte años después de arrancar un brote contagioso. El hongo Cordyceps, que a día de hoy solo era parásito en insectos, se pasa a los humanos según esta ficción. Se convierten así en unos zombies que parece que tienen verrugas gigantes y amorfas como las del papiloma humano. Se comportan de manera violenta y simbiótica, comunicándose además como si fuesen una colonia.

Tenemos explicación para este apocalipsis, no como sucedió en el cómic y serie de ‘The walking dead’. Tranquilos, Mazin ha asegurado que no van a alargar tanto la serie. Esta primera temporada de la serie ‘The last of us’ abarca todo el primer juego, incluyendo los caníbales en Silver Lake, las luciérnagas y la última y trascendental conversación entre Ellie y Joel. Aún con todo y con eso emplea espacio para recrearse en algunos precedentes. Después de todo el juego tiene muchos momentos para reabastecerse y más escenas de acción con zombies y bandidos. Si te lo pasabas en su totalidad en unas quince horas la serie nos comprime la narración en unas nueve.

Esta producción repite los mismos pasos del juego llevando algunos a límites más espectaculares. La primera secuencia se parece a la de ‘Un lugar tranquilo 2’ y los zombies corren y saltan como en ‘Guerra mundial Z’ pero la comparativa más directa y reciente es con ‘The Walking Dead’. Es una serie muy similar pero no se despista con tantos personajes y tiene mejor ritmo. Además empieza con un interesante debate con hongos sobre la mesa y nos brinda una genial apertura en el segundo capítulo que me ha recordado a los mejores momentos de ‘The Strain’, donde también había un enfoque científico y un posterior escenario apocalíptico.

El opening podría decirse que es a lo ‘Juego de Tronos’ pero formando el mapa con liquen y hongos. Comparte también con ‘Juego de tronos’ a parte del equipo de maquillaje y prostéticos que se ha traído Mazin de ‘Chernobyl’. En lo sonoro, participa el mismo compositor musical, Gustavo Santaolalla. En cuanto al vestuario y peluquería a los personajes les han peinado y vestido igual pero como mencionaba el parecido es bastante lejano y de la cara de Ellen Page a la de Ramsay hay un trecho. Tess (Ana Torv) es para mí la mejor escogida del casting. Como curiosidad o huevo de pascua, han dado papeles secundarios a actores como Ashley Johnson y Jeffrey Pierce, quienes doblaban a Ellie y Tommy en la versión de consola. Todos, incluidos los dos protagonistas, actúan acorde a las escenas del juego y la personalidad de sus personajes. Está claro que la manera en cómo plantaba cara en ‘Juego de Tronos’ le ha valido a Ramsay el papel de esta niña que está un tanto trastornada y es un auténtico dolor de muelas.

La ambientación post apocalíptica es buena. Mejor que la de ‘DMZ’ o ‘Y el último hombre’ e incluso que algunas etapas de ‘The Walking Dead’ o ‘Sweet Tooth’. La relación entre los personajes de distintas edades es igual de importante que en esas series, pero el tratamiento de esta serie es mejor. Por eso tenemos varios episodios flashback (me sobran los episodios tres y siete), que se desconectan un poco de la trama para mostrar solo al final cuál es su razón de ser. Pero lo más importante es que ‘The last of us’ tiene buen equilibrio entre drama, terror y acción. Si os gusta el juego o esta serie os recomiendo una obra muy similar en algunos aspectos, ‘Melanie. The girl with all the gifts’.

Crítica: ‘Lo que esconde Silver Lake’

Sinopsis

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Sam (Andrew Garfield) es un tipo desencantado de 33 años que descubre a una misteriosa mujer, Sarah (Riley Keough), bañándose en la piscina de su apartamento.

Cuando esta desaparece, Sam se embarca en una búsqueda surrealista a través de Los Ángeles para descifrar el secreto que hay detrás de su desaparición, llevándolo a las profundidades más oscuras del misterio, el escándalo y la conspiración de la ciudad.

Crítica

¡Vaya pulp-ería hay bajo Silver Lake!

Al igual que en un pulpo varias ramificaciones como si fuesen tentáculos se extienden por toda la película de David Robert Mitchell y nos van agarrando como si tuviesen ventosas. Esa extrañeza, esa fluidez de los pulpos, esa enigmática forma de nadar la tiene ‘Lo que esconde Silver Lake’. Su fantasía, su lascividad, su insolencia, su sarcasmo y su misterio se asemeja a las publicaciones pulp y eso a mí me engancha siempre. En ciertos aspectos nos puede recordar a ‘El Gran Lebowski’ y en otros a una absurda aventura gráfica. Este título que sucede a ‘It follows’ en la filmografía del director es una obra rara, atrevida y personal que demuestra que Robert Mitchell tiene talento.

‘Lo que esconde Silver Lake’ da juego para un montón de cavilaciones, algunas trascendentes otras más superficiales. Silver Lake tiene varias profundidades. Según vamos escudriñando el largometraje descubrimos estas ideas en primer plano o en el fondo de las escenas. Dependiendo de cómo estéis de receptivos os puede parecer que esta es una película que no tiene por donde cogerse o que la puedes enfocar de muchas maneras. Dentro de sus disparates y yo creo que analiza nuestra escala de valores, nuestra sociedad, los cánones establecidos, la vacuidad en la opulencia. Pero me gustará ver lo que se va comentando tras su estreno.

Tiene un muchos guiños y críticas a la cultura popular y a aquellas cosas con las que nos sentimos alineados día a día. La referencias cinéfilas están por todas partes, hay apuntes a Hitchcock así como a películas antiguas o modernas todo relacionado por supuesto con lo que decía antes de la cultura popular. Incluso hay guiños a Spider-Man, personaje que Garfield interpretó hace años. Llevaos una libreta a la película por si no queréis dejaros detalle que debatir tras su visionado pues son muchos. Lo que nos viene sugerir es que nos planteemos si elegimos nosotros el camino que recorremos y qué nos hace sentir bien durante nuestro trayecto.

Andrew Garfield está magnífico. Es el protagonista y la narración está siempre centrada en él. No siempre hace falta que un personaje nos haga llorar a chorretones o reír con la mandíbula desencajada. Su interpretación como un joven decaído, voyeur y vago funciona muy bien.

‘Lo que esconde Silver Lake’ es una locura, una ida de olla. Su trama desconcierta al personaje y desconcierta al espectador pero aún así engancha. Continuamente te preguntas ¿y por qué no? En su extravagancia y en sus rarezas encontramos multitud de componentes que nos mantienen a la expectativa y su resolución final me parece factible pese a ser una golosina para los amantes de las conspiraciones. Porque otra cosa no, pero paranoia no le falta al filme.

No es una obra maestra pero si es una película en la que se plasman buenas ideas y alusiones. Le sobran algunos tramos y tanto sexo gratuito. Tiene más erotismo que ‘It follows’ y eso que esa película parecía tratar sobre un cobrador del frac salidorro. Al igual que las publicaciones pulp, como el fanzine que lee el protagonista, lo más seguro es que este título quede para un público de culto, que seguro que con el tiempo irá sorprendiendo a todos aquellos a los que se lo recomienden.

Ficha de la película

Estreno en España: 28 de diciembre de 2018. Título original: Under the Silver Lake. Duración: 140 min. País: EE.UU. Dirección: David Robert Mitchell. Guion: David Robert Mitchell. Música: Disasterpiece. Fotografía: Mike Gioulakis. Reparto principal: Andrew Garfield, Riley Keough, Topher Grace, Jimmi Simpson, Grace Van Patten, Rex Linn, Sky Elobar, Stephanie Moore, Sibongile Mlambo, Laura-Leigh Claire, Patrick Fischer. Producción: Stay Gold Features, Michael De Luca Productions, Vendian Entertainment. Distribución: Vértigo Films. Género: thriller. Web oficial: https://a24films.com/films/under-the-silver-lake

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