Crítica: ‘Code 8’

Sinopsis

Clic para mostrar

Él es un tipo corriente y los superpoderes están prohibidos en su mundo. Pero, ¿usará los suyos para salvar a su madre?

Crítica

Se sale tan poco de la norma que sabe a repetición de lo mismo

Se ha estrenado en Netflix ‘Code 8’ un filme que parte de un cortometraje homónimo que también estaba realizado por Jeff Chan (‘Grace’) y tenía una configuración actoral muy similar. Una película que se me escabulló en Sitges por concurrencias en mi planificación pero que tampoco me habría supuesto una gran aportación. Está protagonizada por Robbie Amell (‘The babysitter’) el primo de Stephen Amell, el famoso Arrow de la serie de DC Comics que casi co-protagoniza la cinta con él.

Nos sumergen en una realidad alternativa donde muchas personas nacen con poderes. En un rápido inicio nos indican que la sociedad les teme y les rechaza y estos quedan relegados al plano de los parias. Exclusión y racismo que además tiene algunos toques de fascismo ya que los «empoderados» como les llaman (por lo menos en su traducción) son perseguidos por drones y robots que les dan caza si estos no acatan los límites que se les imponen.

Las similitudes con otras historias de gente con poder mezclada entre los humanos comunes son muy grandes. A lo que más recuerda la cinta es a ‘X-Men’. Nos vuelve a la cabeza el mentor con telepatía, los centinelas que cazan a los mutantes, las leyes en contra de los poderes… La única diferencia que veo con sagas del tipo ‘X-Men’, ‘Smallville’ o ‘Héroes’ es que por ejemplo nadie se dedica a ser un superhéroe. Todos miran por sus condiciones laborales, su familia, sus derechos, su papel en la comunidad… de un modo bastante mundano. Por otro lado el protagonista lleva precisamente una vida alejada de lo heroico, es un delincuente, aunque lo haga para salvar a alguien no deja de estar haciendo el mal. Esto podría recordarnos a la británica ‘Misfits’ pero la comedia brilla por su ausencia. También hay que puntualizar que esta no es la historia de un supervillano.

‘Code 8’ no es espectacular, no tiene escenas que desborden epicidad o sean grandiosas. Hay que enfocar esta nueva distopía como algo con pocas pretensiones lo cual no significa que tenga malos efectos. Sabemos que las tecnologías de hoy en día permiten recrear cosas fantasiosas con mucha más facilidad que antes. Es por eso que tanto por su tono, como por su capacidad actoral o por su factura visual la sensación que tenemos es la de ver un episodio de una serie, una de esas que tenemos disponibles en canales como SYFY. De hecho ya se ha anunciado que habrá una producción en formato serie ambientada en el mundo de esta película. Contará también con Robbie Amell y Stephen Amell, de nuevo será realizada por Jeff Chan. Será subida a Quibi, la plataforma de contenido para móviles.

Si la ciencia ficción trata temas como las ciencias, lo social y lo natural en el caso de ‘Code 8’ me quedo con que trata sobre todo lo social. Porque lo que es ciencia tiene bien poca y lo vais a notar en cuanto veáis que llaman verdura al tomate cuando es un fruto o una baya y cuando hablan de incinerar una droga que es líquida. A esto tenemos que sumarle algunos fallos en ciertas escenas. Al menos consigue ser exacta con algo que en otras películas se falla, me explico. En una escena habla de que llegan los guardianes en veinte segundos y si cronometras así sucede, rara avis.

La película se ha sufragado a través de un crowdfunding que superó con creces su objetivo. Es un filme independiente en el que además yo he querido entender que uno de los pósters que sale en sus escenas supone un guiño al logotipo de Valiant, la editorial indie. Además en ese cartel pone «new wave», como alineándose aún más con las corrientes alejadas de lo más comercial y con inquietudes diferentes.

Sirva como muestra esta película de las muchas que vemos en festivales de cine fantástico, no como su estándar de calidad pero si como la señal de que el fantástico, en concreto la ciencia ficción, está al alcance de muchos manteniéndose muy viva.

Ficha de la película

Estreno en España: 17 de abril. Título original: Code 8. Duración: 98 min. País: Canadá. Dirección: Jeff Chan. Guion: Jeff Chan, Chris Pare. Música: Ryan Taubert. Fotografía: Alex Disenhof. Reparto principal: Robbie Amell, Stephen Amell, Sung Kang, Kari Matchett, Greg Bryk, Aaron Abrams, Kyla Kane. Producción: XYZ, Colony Pictures. Distribución: Netflix. Género: ciencia ficción. Web oficial: ver en Netflix.

Expertos analizan para nosotros los temas de ‘Ad Astra’

Gabriel G. de la Torre e Íñigo Muñoz Elorza nos hablan de la preparación para ir al espacio

Este viernes podréis ver en cines (y recomendamos que lo hagáis en la pantalla de mejor calidad que encontréis) la nueva aventura de Brad Pitt titulada ‘Ad Astra’ (crítica aquí). Una odisea en la que el actor se embarca para guiarnos en una exploración del universo y la naturaleza de la existencia así como de la psique humana. Para ahondar en los temas del filme 20th Century Fox Spain ha organizado un evento en la Universidad Politécnica de Madrid junto a expertos como Gabriel G. de la Torre (doctor en neuropsicología que trabajó con la NASA en la elaboración de perfiles para futuros astronautas) e Íñigo Muñoz Elorza (astronauta análogo e instructor de astronautas de la ESA EAC en Colonia).

A De la Torre el filme de James Gray le ha parecido «muy interesante y psicológico». Nos ha hablado de la importancia de la psicología en misiones muy largas. De cómo factores como la ingravidez, el aislamiento, la nutrición, la carga de trabajo, el ciclo luz/oscuridad, la higiene, los ruidos… pueden afectar a un astronauta por muy preparado que esté. Un terreno sin explorar para el ser humano, por ejemplo, es la pérdida de la Tierra, tenerla como un punto lejano en el espacio. Y es que según este neuropsicólogo «la carrera por llegar a la Luna empieza a acelerar pero también el objetivo de llegar a Marte».

Y para recrear estos ambientes en los que nos queremos introducir durante meses o años en la Tierra existen lo que se llaman ambientes análogos. Lugares que se parecen a territorios de nuestro cosmos o que artificialmente imitan determinadas condiciones en las que nos queremos entrenar. No obstante también podemos mandar inteligencias artificiales o robots como Valkyrie R5 de la NASA o Fíodor de la Agencia Espacial Federal Rusa.

Dos aspectos que el De la Torre ha detectado que se tratan en ‘Ad Astra’ son la existencia de la vida extraterrestre. «La película responde a esto de una manera contundente» decía durante su exposición. Al fin y al cabo se plantea que estaremos solos en el espacio durante mucho tiempo y es normal que le demos vueltas a la cabeza. Así mismo comentaba que le parecía una «falta de ética» la existencia de proyectos en los que científicos por cuenta propia envíen señales e información al espacio. El otro tema que vemos y que brevemente ha comentado es la piratería. La ONU tiene una oficina para estos asuntos legales y es que actualmente ya vemos como hay gente que se dedica a vender parcelas en la Luna o a reclamarlas.

Muñoz Elorza desde una experiencia mucho más de campo nos ha hablado de multitud de escenarios análogos que hay en la tierra. Desde paisajes de Marruecos hasta cuevas, subterráneos que se piensa que en Marte nos protegerían de la radiación. Por ejemplo Astroland Interplanetary Agency ha dispuesto en una gruta de Santander, un lugar donde se pone en escena ese ambiente extremo al que habrán de enfrentarse los astronautas. Emplazamientos donde la comunicación no será inmediata «ahora mismo tenemos control directo con lugares como la Estación Espacial Internacional. En ‘Ad Astra’ se ve cómo se va perdiendo ese contacto» señalaba el ingeniero al comienzo de su charla.

El astronauta análogo español nos comentó que tras tantos años buscando ir a Marte ahora parece más factible que volvamos a pisar la Luna. Por ejemplo con proyectos como el Moon Village que piensa establecer una base en nuestro satélite y que «espero que se haga en cooperación entre agencias», decía abogando continuamente por la agrupación internacional.

Pudimos ver de su mano como es un auténtico programa u horario para un astronauta. Una planificación que les da a los hombres del espacio mucho trabajo y que «aporta mucha actividad, constancia, que no deja tiempo para pensar». No obstante actualmente los astronautas tienen con quien interactuar en el espacio, con inteligencias artificiales como CIMON, las cuales son otro punto de ayuda para los astronautas que bien sabe este cántabro que necesitan una exigente preparación.

Tras la exposición de estos dos sabios y experimentados especialistas hemos podido introducirnos en una cámara anecoica donde hemos experimentado un inmenso confinamiento sonoro, no igual, pero similar al absoluto que aísla tanto a los astronautas. La Universidad Politécnica de Madrid tiene una gran instalación donde realiza todo tipo de pruebas especialmente a antenas pues realiza medidas a estos dispositivos para grandes empresas y proyectos. Tenemos que dar gracias una vez más a 20th Century Fox Spain por acercarnos como nunca a sus películas y en esta ocasión al cosmos que nos rodea.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil