Crítica: ‘Próxima’

Sinopsis

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Sarah es una astronauta francesa que se entrena en la Agencia Espacial Europea en Colonia. Es la única mujer dentro del exigente programa. Vive sola con Stella, su hija de siete años. Sarah se siente culpable por no poder pasar más tiempo con la niña. Su amor es abrumador, inquietante. Cuando Sarah es elegida para formar parte de la tripulación de una misión espacial de un año de duración llamada Próxima, se produce el caos en la relación entre madre e hija.

Crítica

No está basada en hechos reales pero se diría que trata sobre una realidad muy próxima

Una astronauta francesa (Eva Green) se prepara para realizar un viaje de un año por el espacio. Se enfrenta a duras pruebas físicas y psicológicas y a la vez ha de lidiar con el futuro que le espera, dejar a su hija Stella atrás en la Tierra. Mientras intenta compaginar su complejo trabajo con los sentimientos de su hija es tratada con deferencia por alguno de sus compañeros, lo cual no pone las cosas nada fáciles.

Cabe destacar que ‘Próxima’ es más que un acercamiento al mundo de los astronautas. Alice Winocour, con la colaboración del guionista Jean-Stéphane Bron, realizan una visión muy detallada de todos los pormenores, ambientes y dilemas en los que se ve inmersa cualquier persona que quiera llegar a subirse a un cohete y salir de nuestra atmósfera. Y voy más allá de la puesta en escena o los lugares donde se ha rodado, pues han estado filmando en el centro de entrenamiento de la ESA. Me refiero a que Winocour consigue retratar de manera muy íntima y profunda la mente de un futuro tripulante de nave espacial.

Sobre todo el discurso de esta tercera película de Winocour transcurre por las vías de lo maternal y lo femenino. Es obvio que la película tiene un fuerte alegato feminista debido no solo a su protagonista, sino a los que la rodean. Esto es debido a que se plasman multitud de micro-machismos y de comportamientos o protocolos desconsiderados para con la mujer. Sutiles miradas a sus pechos, caballerosidad condescendiente, situaciones incomodas por frases desatinadas en público… Toda exposición que la directora ofrece a través del personaje de la aspirante a astronauta se centra en mostrar los impedimentos (tanto voluntarios como involuntarios) que tiene su principal personaje para alcanzar su sueño.

Relación madre e hija con mucha comprensión de por medio. Así es como se percibe la historia entre la científica francesa y su niña de siete años. Ambas se ven forzadas a ponerse en el lugar de la otra pero los sentimientos florecen en momentos puntuales, como es razonable. Winocour ha entrenado muy bien tanto a sus actores como a sus personajes para asimilar la magnitud de la historia que tenían por delante. La escena en la que Zélie Boulant (Stella) habla a su próxima cuidadora o responsable mientras que Eva Green mira contenida y preocupada me parece que dice casi todo de la película.

Por estos dos alegatos puedo afirmar que esta película ya ha transcurrido en la realidad, sin necesidad de colocar a Marte en el punto de mira. Es la historia real de muchas mujeres, no solo astronautas, que en sus trabajos o entornos sociales sienten faltas de respeto y son subestimadas. Uno llega a estas conclusiones sin que la película sea exacerbadamente agresiva o se plante a soltar diatribas. La mesura que ha demostrado Alice Winocour marca un punto a seguir a la hora de defender su causa.

Eva Green está de diez. Eclipsa a compañeros tan talentosos como Matt Dillon y acalla a aquellos que la creían capaz solo de hacer papeles de femme fatale. Te crees su rol materno y te crees su labor como astronauta. Es curioso el juego de palabras pero para unas personas a las que les va a sobrar el espacio en su alrededor no hay espacio para las dudas o la indecisión. Esa ironía está muy presente en un personaje que claramente está en una continua encrucijada.

A la película solo le sobran algunos tópicos enmarcados en localismos o en meros detalles como el nombre de la niña Stella o su gata Laika. Pero no le restaría ninguna de sus escenas en las que queda patente que algunos asumen ciertas cosas como quien asimila el efecto de la gravedad como inevitable. No es una película pionera en aquello que quiere fundamentar, pero si la considero única en emplear un modo destacadamente diferente y acertado.

Ficha de la película

Estreno en España: 13 de diciembre. Título original: Proxima. Duración: 107 min. País: Francia. Dirección: Alice Winocour. Guion: Jean-Stéphane Bron, Alice Winocour. Música: Ryuichi Sakamoto. Fotografía: Georges Lechaptois. Reparto principal: Eva Green, Matt Dillon, Lars Eidinger, Sandra Hüller, Jan Oliver Schroeder, Nancy Tate, Marc Fischer, Zélie Boulant, Alexey Fateev, Vitaly Jay, Birger Frehse. Producción: Dharamsala, Pandora Films. Distribución: Syldavia Cinema. Género: drama. Web oficial: https://www.pandorafilm.com/filmography/proxima.html

Expertos analizan para nosotros los temas de ‘Ad Astra’

Gabriel G. de la Torre e Íñigo Muñoz Elorza nos hablan de la preparación para ir al espacio

Este viernes podréis ver en cines (y recomendamos que lo hagáis en la pantalla de mejor calidad que encontréis) la nueva aventura de Brad Pitt titulada ‘Ad Astra’ (crítica aquí). Una odisea en la que el actor se embarca para guiarnos en una exploración del universo y la naturaleza de la existencia así como de la psique humana. Para ahondar en los temas del filme 20th Century Fox Spain ha organizado un evento en la Universidad Politécnica de Madrid junto a expertos como Gabriel G. de la Torre (doctor en neuropsicología que trabajó con la NASA en la elaboración de perfiles para futuros astronautas) e Íñigo Muñoz Elorza (astronauta análogo e instructor de astronautas de la ESA EAC en Colonia).

A De la Torre el filme de James Gray le ha parecido «muy interesante y psicológico». Nos ha hablado de la importancia de la psicología en misiones muy largas. De cómo factores como la ingravidez, el aislamiento, la nutrición, la carga de trabajo, el ciclo luz/oscuridad, la higiene, los ruidos… pueden afectar a un astronauta por muy preparado que esté. Un terreno sin explorar para el ser humano, por ejemplo, es la pérdida de la Tierra, tenerla como un punto lejano en el espacio. Y es que según este neuropsicólogo «la carrera por llegar a la Luna empieza a acelerar pero también el objetivo de llegar a Marte».

Y para recrear estos ambientes en los que nos queremos introducir durante meses o años en la Tierra existen lo que se llaman ambientes análogos. Lugares que se parecen a territorios de nuestro cosmos o que artificialmente imitan determinadas condiciones en las que nos queremos entrenar. No obstante también podemos mandar inteligencias artificiales o robots como Valkyrie R5 de la NASA o Fíodor de la Agencia Espacial Federal Rusa.

Dos aspectos que el De la Torre ha detectado que se tratan en ‘Ad Astra’ son la existencia de la vida extraterrestre. «La película responde a esto de una manera contundente» decía durante su exposición. Al fin y al cabo se plantea que estaremos solos en el espacio durante mucho tiempo y es normal que le demos vueltas a la cabeza. Así mismo comentaba que le parecía una «falta de ética» la existencia de proyectos en los que científicos por cuenta propia envíen señales e información al espacio. El otro tema que vemos y que brevemente ha comentado es la piratería. La ONU tiene una oficina para estos asuntos legales y es que actualmente ya vemos como hay gente que se dedica a vender parcelas en la Luna o a reclamarlas.

Muñoz Elorza desde una experiencia mucho más de campo nos ha hablado de multitud de escenarios análogos que hay en la tierra. Desde paisajes de Marruecos hasta cuevas, subterráneos que se piensa que en Marte nos protegerían de la radiación. Por ejemplo Astroland Interplanetary Agency ha dispuesto en una gruta de Santander, un lugar donde se pone en escena ese ambiente extremo al que habrán de enfrentarse los astronautas. Emplazamientos donde la comunicación no será inmediata «ahora mismo tenemos control directo con lugares como la Estación Espacial Internacional. En ‘Ad Astra’ se ve cómo se va perdiendo ese contacto» señalaba el ingeniero al comienzo de su charla.

El astronauta análogo español nos comentó que tras tantos años buscando ir a Marte ahora parece más factible que volvamos a pisar la Luna. Por ejemplo con proyectos como el Moon Village que piensa establecer una base en nuestro satélite y que «espero que se haga en cooperación entre agencias», decía abogando continuamente por la agrupación internacional.

Pudimos ver de su mano como es un auténtico programa u horario para un astronauta. Una planificación que les da a los hombres del espacio mucho trabajo y que «aporta mucha actividad, constancia, que no deja tiempo para pensar». No obstante actualmente los astronautas tienen con quien interactuar en el espacio, con inteligencias artificiales como CIMON, las cuales son otro punto de ayuda para los astronautas que bien sabe este cántabro que necesitan una exigente preparación.

Tras la exposición de estos dos sabios y experimentados especialistas hemos podido introducirnos en una cámara anecoica donde hemos experimentado un inmenso confinamiento sonoro, no igual, pero similar al absoluto que aísla tanto a los astronautas. La Universidad Politécnica de Madrid tiene una gran instalación donde realiza todo tipo de pruebas especialmente a antenas pues realiza medidas a estos dispositivos para grandes empresas y proyectos. Tenemos que dar gracias una vez más a 20th Century Fox Spain por acercarnos como nunca a sus películas y en esta ocasión al cosmos que nos rodea.

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