Crítica de ‘El inocente’

Oriol Paulo en formato serie es un chute de giros

La serie ‘El inocente’ viene firmada por Oriol Paulo. Un autor de esos a los que puedes llegar a admirar con cualquiera de sus películas por las sorpresas que introduce en ellas. Se ha convertido en un experto del suspense capaz de retorcer las tramas hasta puntos insospechados sin que estas pierdan verosimilitud. Prueba de ello son películas como ‘Contratiempo’, ‘El cuerpo’ y seguramente lo llegará a ser su versión de ‘Los renglones torcidos de Dios’.

Netflix nos ha permitido ver un adelanto, los tres primeros episodios de ocho que tiene ‘El inocente’ y que serán estrenados el 30 de abril. El toque de Oriol Paulo está por todas partes, especialmente en el segundo capítulo que constantemente tiene revelaciones y te mantiene enganchado. El primer episodio viene cargado de intriga como buen punto de partida y además gestiona bien su pelea, que es vital para la trama. Pero es en el segundo donde la serie muestra de verdad sus cartas.

‘El inocente’ nos cuenta la historia de Mat (Mario Casas) y Olivia (Aura Garrido). Él esconde un pasado conflictivo y ella le hace a él una llamada bastante desconcertante cuando está en un viaje de trabajo. A partir de ahí empiezan las pesquisas, los misterios y los peligros. En ese juego entran personajes policiales como el de Alexandra Jiménez o Jose Coronado y otros bastante más oscuros como el de Miki Esparbé y Juana Acosta. Pero aparte del trabajazo que se marcan algunos de los protagonistas hay dos actores a destacar, como siempre que se les hace mención: Ana Wagener y Gonzalo de Castro. No voy a decir qué papel juegan en todo esto pero su actuación es la más intensa de todas, por lo menos así me ha alcanzado a mí.

La serie es de esas que dedica un episodio a cada personaje, o eso hace en sus tres primeros capítulos. Y lo hace de un modo novelesco, obligando a los protagonistas a presentarse y a hablarse a sí mismos. Ya habréis visto en el tráiler como arranca cada uno de ellos con el “Te llamas…” y así siguen relatándonos su camino hasta el día en que transcurre la acción. El montaje de la serie nos lleva por muchas localizaciones rápidamente y eso hace que la narración no sea nada estática, pero como digo, al menos al principio, procura centrarse en la figura de un solo personaje por episodio.

Al tener a Coronado, Wagener y Casas en la misma historia Paulo corre el peligro de caer en la misma jugada de ‘Contratiempo’. Pero al fin y al cabo, esta es la adaptación de un libro de Harlan Coben y si respeta el original no puede controlar el resultado. Algún parecido hay pero ‘El inocente’ tiene un toque más… malsano y retorcido.

De momento, a pesar de dejarme con la intriga y gustarme, le veo una pega importante a la serie. Oriol Paulo está genial en su justa medida pero en formato serie no ha sabido contenerse. Existen muchas casualidades desde el principio, tantas como factores sospechosos o secretos. ¿Esto es lo que llamó la atención del director al leer el libro o ha sido marca de la casa? Aquí todos parecen lobos vestidos de cordero o malas bestias injustamente señaladas. Llega un punto en el que esto se convierte en un todo cada vez más improbable y la famosa verosimilitud del guionista peligra con cada giro de guión. Quizá al final todo quede en una serie de coincidencias que desembocan en daños colaterales pero así de entrada cuesta tragar la gran cantidad de podredumbre y artimañas que parecen urdir prácticamente todos los personajes.

Hasta ahora puedo decir que ‘El inocente’ es una de esas series que puede hacer que llegues tarde a una cita o te vayas a la cama a las tantas de la noche y encima no pegues ojo por darle vueltas y ordenar o intentar desvelar lo que acabas de ver. Si la veis acompañados no parareis de hablar porque da para teorías, pero cuidado con perderos detalle. Uno se pregunta qué giro se reservan para el final o quién será finalmente el inocente en todo esto. Quizá acabemos diciendo eso de “cosas más raras se han visto en la vida real”.

Impresiones de ‘La casa de las miniaturas’ en Filmin

Filmin nos regala los secretos y mentiras de ‘La casa de las miniaturas’

El martes 13 de febrero llega a Filmin esta mini-serie de 3 episodios basada en la novela homónima de Jessie Burton, ‘La casa de las miniaturas’, producción que BBC ya estrenó las pasadas navidades. La serie avanza sin pausa, mostrándonos Amsterdam en el siglo XVII, los capítulos son de 60 minutos que se os harán cortísimos.

Dirigida por el español Guillem Morales (‘Los ojos de Julia’) la ficción nos trae la historia de Petronella, huérfana de padre y acuciada por las deudas decide contraer matrimonio con Johannes Brandt, un reputado comerciante y mudarse a la mansión familiar de este. El marido suple su falta de afecto con un misterioso regalo, una casa de miniatura que poco a poco desvelará los secretos de su nueva familia. 

La ambientación me parece fantástica, la luz, las estancias, el vestuario, peinados, todo está cuidado al mínimo detalle para no fallar y dar al espectador todo lo que tiene que ver y que no se pierda absolutamente nada.

Guillem Morales dirige con maestría, le da importancia ante todo a los actores, pues son los que poco a poco van desgranando esta historia tan misteriosa, sobre todo a una Anya TaylorJoy (‘Múltiple‘) que está increíble, esta chica va paso a paso y por lo que parece no se equivoca a la hora de coger sus papeles, que la van consagrando como una de las mejores actrices del momento. En su papel de Nella, nos muestra a una joven dudosa pero que va creciendo según pasan los días en esa mansión que tanto tiene que esconder.

Pero en general los actores están estupendos. Romola Garai, como Marin Brandt, la cuñada de nuestra protagonista, una mujer a la que al final se le coge algo de estima pero que en un principio parece estar totalmente en contra de la recién llegada. O Alex Hassell, actor que interpreta a Johannes Brandt, un desastre de marido y al que iremos conociendo cada vez más gracias a esa casa que le regala a su mujer.

Si, porque lo curioso de la historia es que la casa de miniaturas que le regalan a Nella está completamente vacía y ella contacta con un artesano para poder rellenarla, esto sería normal, si no fuese porque el artesano le comienza a mandar piezas extras con las que va conociendo todos los entresijos de esa nueva familia a la que se ha unido.

En lo técnico también merece la pena pararse, sobre todo en la fotografía, dirigida por Gavin Finney, está muy cuidada y detallada. Con unos colores tristes, oscuros y la verdad deprimentes, sobre todo cuando están en la mansión, nos deja ver la angustia de la protagonista y el mal ambiente que se cierne en esta casa.

Poco más que añadir, pues al ser una serie tan corta si sigo contando al final os desvelo la trama y es mejor que lo hagáis vosotros mismos, disfrutad de la época, los misterios y de la historia que os cuenta ‘La casa de las miniaturas’ , no os vais a arrepentir, todo lo contrario, os va a encantar.

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