Crítica: ‘Tokyo shaking’

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11 de marzo de 2011. El mayor terremoto que ha experimentado Tokio desencadena el desastre de Fukushima. Alexandra acaba de llegar al país procedente de Francia para trabajar en un banco y tiene que afrontar esta crisis nuclear.

Separada entre su trabajo y su familia, defenderá el honor y la palabra a pesar del terror y la ansiedad emergentes. “Un capitán nunca abandona su barco en plena tormenta”.

Crítica

Nueva visión acerca de otro de los jaques recientes vividos por la humanidad

Coincidiendo con plena crisis energética, porque la gran subida de precios en España es una crisis en toda regla, llega a nuestros cines ‘Tokyo shaking’. Las compañías eléctricas nos amenazan con cierres y cese de suministro ante avisos de regulaciones de las facturas que llegan a los ciudadanos y eso puede tener más consecuencias de las que pensamos. En el caso de la película de Olivier Peyon la situación es aún más crítica pues nos habla del parón y daños sufridos en la central de Fukushima por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. Lo que quiero señalar con esta relación es que estamos a merced de la decisión de unas cuantas empresas y así lo demuestra este largometraje.

Nos trasladamos pues al tercer mes de 2011, cumplido el décimo aniversario del incidente. Pero la acción no transcurre a pie de campo, en las insstalaciónes de la central nuclear. El director francés nos emplaza a más de doscientos kilómetros de allí, en la sede del Crédit de France en Tokio. Y eso es porque más allá del accidente que todos conocemos bien nos quiere contar el comportamiento de quienes trabajan en tan millonarias empresas en un momento de extrema urgencia.

‘Tokyo shaking’ acierta al mostrarnos la frialdad de una entidad preocupada en no perder dinero en vez de garantizar los bienes de sus clientes e incluso preocuparse por sus vidas o la de sus empleados. Ese es el contexto mientras más y más el desastre de Fukushima a nivel humano va ganando presencia. Como con otras catástrofes los protagonistas presentan una resistencia inconsciente a creer que puede darse el horror, pero poco a poco todo se va reduciendo a la supervivencia y el miedo o la estoicidad de cada uno juegan su papel.

El miedo corporativo era aún mayor pues si hacemos memoria en aquel entonces se empezaban a ver recelosamente brotes verdes tras la crisis inmobiliaria. El terremoto no tambaleó solo Japón sino la economía global y nos mantuvo en vilo por el miedo a vivir otro Chernobyl. El filme capta muy bien el egoísmo, tanto corporativo como personal. El cómo cada uno mira solo por lo suyo incluso en situaciones de emergencia, algo que hemos podido comprobar en muchos casos con el jaque vivido en la pandemia del COVID-19.

Toda esta situación se cuenta a través de los ojos de una francesa en Japón. Directiva del grupo financiero Crédit de France, empresaria de moderado éxito que hace viajar a sus hijas por todo el mundo. Su papel llama la atención en Japón donde la mujer queda relegada al hogar en cuanto se convierten en madres. El filme también acierta con ese contraste, pero peca de la clásica arrogancia francesa cuando muestra otros detalles, como el hecho de tener una mini corte de servidoras. Cede el pulso en cuanto habla de una falsa superación del techo de cristal ya que la protagonista, interpretada por Karin Viard, realmente ejerce el único trabajo que le han permitido hacer y lo hace de buen grado, con sacrificio, casi por encima de su familia. Hace falta una amenaza de holocausto nuclear para que reaccione.

Finalmente, el personaje explota contra una serie de tropelías pero lo más enfocado en el filme es la duda a la hora de abandonar el barco, a costa de dejar atrás a merced de una posible muerte o acentuada depresión a aquellos que ha podido conocer en su primer mes en Japón. Lo bueno del personaje de Viard es cómo muestra la dificultad de la toma de decisiones, las encrucijadas en las que se puede ver metida. Entran en juego asuntos personales, raciales, culturales… Elementos bastante fuertes que, aunque no se analizan con mucho compromiso, si se tratan sin pasarlos por alto.

Hacía Mucho que no veía una película de terremotos, viendo los edificios tambalearse. Aquí no tenemos un temblor espectacular, aunque si un sonido lo bastante bien recreado como para tener unos instantes de terror. Obra por cierto del belga Marc Engels, fallecido por el COVID-19 en 2020 y a quien le dedican en filme en los créditos. Y al igual que en otras películas de catástrofes tenemos también un coloso en llamas, uno figurado, el de la economía mundial. El filme no da datos pero si habla de cómo se cubren las espaldas las grandes compañías para tener las mínimas pérdidas cuando todo se va a pique, incluso cuando es el mundo el que corre peligro. Una perspectiva que nos deja a los hombres de a pie en calzoncillos. El tono podría haber sido más alarmista, pero es comedido. De hecho lo que más nos deja sin aliento son las imágenes reales del tsunami, pero el filme solo injerta un minuto de esto en su metraje total. ‘Tokyo shaking’ se queda por lo tanto lejos de la calidad y el vértigo de otros ejemplos catastrofistas como el de su compatriota ‘El colapso’.

‘Tokyo shaking’ nos deja con un triste final, cuyo resultado dependerá de lo bueno que sea vuestro recuerdo o vuestras ganas de googlear el desenlace de la historia o la gestión de la dañada central Fukushima.

Ficha de la película

Estreno en España: 15 de octubre de 2021. Título original: Tokyo shaking. Duración: 101 min. País: Francia. Dirección: Olivier Peyon. Guion: Cyril Brody, Olivier Peyon. Música: Manuel Roland. Fotografía: Alexis Kavyrchine. Reparto principal: Karin Viard, Stéphane Bak, Yumi Narita. Producción: Les Films du Lendemain, Wild Bunch, Scope Pictures, Canal+. Distribución: Alfa Pictures. Género: drama. Web oficial: https://alfapictures.com/sp/amy_movie/tokyo-shaking/

Crítica: ‘Algo celosa’

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Nathalie es una agradable profesora divorciada que, en plena crisis de la mediana edad, comienza a sentir unos exagerados celos de las personas de su entorno. El drástico cambio de personalidad de Nathalie pronto tendrá inesperadas consecuencias para sus vecinos, colegas y amigos.

Crítica

A pesar de su inicio y buena construcción del personaje le falta constancia con su comedia.

Nathalie, el personaje interpretado por Karin Viard, es una respetada profesora y amante madre que de repente comienza a ser una persona celosa de la nueva novia de su ex-marido, de la juventud y el triunfo artístico de su hija, de su nueva compañera de profesión, de la feliz vida de sus amigos… Empieza a dinamitar con comentarios inoportunos la vida de todos, ridiculiza a los que la rodean y se convierte en alguien insoportable y negativa. Con un personaje así entre manos David Foenkinos y Stéphane Foenkinos ,directores de ‘La delicadeza’, tienen una bomba cómica entre manos, pero que no saben detonar.

Sí que es cierto que en los primeros compases hay muchas escenas tan chocantes que nos hacen reír. La actriz interpreta muy bien a su personaje, se nota que no le ha juzgado moralmente y se lo ha creído en su totalidad, de tal modo que le llegas a coger manía. El pasmo que sufren todos sus conocidos con cada desplante es muy gracioso. Ella no se corta a la hora de demostrar que tiene envidia de otros, aunque no sea consciente realmente de ello y eso es hasta cierto punto chistoso. Pero hay dos cosas que hacen que la película no tenga siempre el gancho inicial y que pierda fuerza.

En primer lugar, aunque la comicidad sobria de Karin Viard tenga su punto no se ve respaldada por nadie más. Ningún secundario le sigue el juego y eso es mucho peso a soportar. Sobre todo si tenemos en cuenta el otro aspecto a tener en cuenta. La película se carga mucho de drama a partir del segundo acto, no de uno especialmente trágico pero si del suficiente como para olvidarnos de toda la comedia cosechada y recogida anteriormente. En el tercer y final acto de la película, cuando el personaje supuestamente debe librarse de ese drama y redimirse no retornamos a ese punto tan cómico y ‘Algo celosa’ nos deja un sabor demasiado amargo, nos hemos aburrido demasiado de un personaje con el que no empatizamos.

Pese a que ‘Algo celosa’ va bastante rápido de un estadio a otro se echa en falta que regrese a sus inicios, se hace monótona. Esgrime además algún que otro argumento que no es muy considerado para con la mujer o sabe a rancio, lo cual me extraña teniendo tantas actrices femeninas en el reparto. Lo bueno de esta película, a parte de su inicio, es el hallazgo de Dara Tombroff. Lo suyo es realmente vivir paralelamente su vida real con su personaje pues es bailarina y a partir de ahora puede que se dedique a interpretar. En ‘Algo celosa’ tiene un buen punto de partida.

Los hermanos Foenkinos han concebido una película que parece más apta para la sobremesa que para una sala de cine pues ni la fotografía de Guillaume Deffontaines nos la hace más notable en pantalla grande. Regresan de nuevo a un filme en el que lo importante es retratar a la mujer tras su trabajo en ‘La delicadeza’, con un personaje al que le falta precisamente eso, delicadeza.  Y el retrato está muy bien construido y ejecutado, pero su marco e historia no son lo suficientemente notables.

Ficha de la película

Estreno en España: 1 de junio de 2018. Título original: Jalouse. Duración: 102. País: Francia. Dirección: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos. Guion: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos. Música: Paul-Marie Barbier, Julien Grunberg. Fotografía: Guillaume Deffontaines. Reparto principal: Karin Viard, Dara Tombroff, Anne Dorval, Thibault De Montalembert, Bruno Todeschini, Marie-Julie Baup, Corentin Fila, Anaïs Demoustier. Producción: Mandarin Cinéman. Distribución: A Contracorriente Films. Género: comedia, drama. Web oficial: http://www.acontracorrientefilms.com/pelicula/852/algo-celosa/

Crítica: «Los Visitantes la lían (en la Revolución Francesa)»

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Atascados en los corredores del tiempo, el conde Godofredo “el Audaz” y su cafre escudero Delcojón “el Bribón” llegan a la Revolución Francesa. A un momento en el que los descendientes de Delcojón (ahora apellidados ”DelCojoné”), confiscan el castillo y todos los bienes de los descendientes del conde, aristócratas que huyen de “Madame La Guillotine”.

 

Crítica

Los viajes en el tiempo y las risas vuelven gracias a Delcojón y Godofredo de Miramonte.

Quien no haya visto las anteriores películas, creo que se pierden dos buenas comedias francesas. Esta última sigue el mismo patrón que las anteriores, en la que el pobre Godofredo con su «leal» lacayo, intentan volver a su época para poder casarse de una vez con su amada.

La Revolución francesa tiene atrapado a nuestros curiosos protagonistas, una época en la que todo es demasiado remilgado, pues ellos dos venidos de la gran Edad Media, no ven con buenos ojos que los caballeros de «ahora» lleven medias y pelucas , bueno y qué decir del perfume, todo demasiado extraño para dos hombres que van oliendo a pocilga.

Los Visitantes vuelven con fuerza, las risas están aseguradas con la tercera parte de esta comedia francesa. Si que es cierto que no vais a encontrar nada nuevo, la trama de la película como he dicho se repite con las anteriores, pero lo importante de esta película no es realmente lo que vaya o no a ocurrir, sino más bien sus gags y todas las risas que os vais a echar.

Jean Reno y Christian Clavier, están en su salsa, ya es la tercera vez que repiten personajes y está claro que los iban a clavar. Las puyas que se lanzan el uno contra el otro siguen siendo buenísimas y realmente te hace pensar muchas veces quien es el lacayo de quien. La picaresca Delcojón hace que el resto de personajes enloquezcan. Su mal humor, el ser tan burro y sobre todo su mal olor, dará más de un dolor de cabeza a los nuevos personajes de la historia.

La manera de reírse de ellos mismo es espectacular, y las escenas en las que aparece Marat son graciosísimas, sí que es cierto que llega un punto que la película pierde. Quizá sea porque son casi dos horas de metraje, para mí ese ha sido el punto negativo de la cinta. Pero quitando ese detalle decir que no os vais a arrepentir de ir a verla, os vais a reír y disfrutar y si sois fans de las anteriores no os va a defraudar, repiten actores, director y guionistas, no se puede pedir más.

 

Ficha de la película

Estreno en España: 2 de septiembre. Título original: Les Visiteurs: La Révolution. Duración: 110 min. País: Francia. Director: Jean-Marie Poiré. Guión: Jean-Marie Poiré, Christian Clavier. Música: Eric Levi. Fotografía: Stéphane Le Parc. Reparto principal: Jean Reno, Christian Clavier, Franck Dubosc, Karin Viard, Sylvie Testud, Merie-Anne Chazel, Ary Abittan, Alex Lutz, Fréderique Bel, Lorànt Deutsch, Stéphanie Crayencour, PAscal N’Zonzi. Producción: Gaumont  / Nexus Factory / Oko Productions / Ouille Productions. Distribución: A Contracorriente Films. Género:Comedia. Web oficial: http://www.acontracorrientefilms.com/pelicula/580/los-visitantes-la-lian-en-la-revolucion-francesa/

 

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