Carta de Alejandro Cao de Benós sobre el documental de ‘El infiltrado’

El Presidente de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) da su versión de los hechos

Hace unos días publicamos nuestra crítica de ‘El infiltrado’ una película documental sobre Corea del Norte que desde hoy podéis ver en Filmin. En esa película supuestamente dos hombres se infiltran y entremezclan entre cargos o gente relacionada con la República Popular de Corea (Corea del Norte). Una de esas personas vinculadas al régimen es Alejandro Cao de Benós, el cual, aparece mucho y no sale muy bien parado.

Alejandro Cao de Benós preside la Asociación de Amistad con Corea (KFA) y ha querido responder al documental con la siguiente carta que publicamos de manera íntegra gracias al mail que hemos recibido desde Filmin.

 

Nunca he dado mi consentimiento, nunca fui preguntado ni se me permitió defenderme de las injurias dentro del film «The Mole». Tampoco se me dio la posibilidad de visualizarlo parcial o totalmente antes de su estreno.

Se trata de un montaje lleno de mentiras, totalmente tergiversado y manipulado para obtener beneficio aprovechando mi imagen pública. Tengo entendido que, en el film, Mads Brügger dice que yo he sido detenido por tráfico de armas, lo cual es totalmente falso (Era tenencia ilícita de armas en mi domicilio) y demuestra que no hay ningún afán de investigación ni de contrastar información si no de sensacionalismo barato.

Mads Brügger en el film me considera un super villano o un idiota, pero solicitó encarecidamente mi ayuda para su primera visita a la RPDC. Gracias a ello pudo tener encuentros con el Korean Film Studio y produjo su anterior film ‘The Red Chapel’ (2009). Asimismo insulta a la RPD de Corea llamándola una empresa maligna y criminal, pero no dudó en pagar cientos de miles de euros al país para realizar su primer film-basura.

Soy Delegado Especial de un departamento de relaciones culturales. Mis cargos son honoríficos y no tengo contrato o salario por ello. Mi cargo me permite facilitar intercambios culturales o atender entrevistas con la posición oficial de la RPDC. No estoy autorizado a tomar decisiones por parte de cualquier departamento u organización del país.

Nunca la RPD de Corea me ha propuesto facilitar negocios que tengan que ver con armas y/o drogas.

SOBRE ULRICH LARSEN:

Nunca he tenido una relación cercana o regular con él. Mi relación estuvo limitada a un e-mail cada 3 o 4 meses y un encuentro anual junto con otros amigos de nuestra asociación. Cuando nos encontrábamos, Ulrich se quejaba de su complicada situación económica, los problemas de salud de su hija y su padre. Él maldecía al gobierno danés porque apenas recibía 500 euros de pension mensual y la vida en su país era tan cara.

Me dijo que tenía que trabajar tan duro para James (Como sirviente y secretario personal) pero que James no le pagaba nada por ello. Dijo que James estaba interesado en conocer Corea y hacer un proyecto de un hotel. Así que accedí a encontrarme con James en Oslo.

Nunca le dije a Ulrich que buscara negocios, fue una insistente solicitud suya que acepté por su situación personal y porque le conocía de nuestra asociación. Mads y Ulrich mienten totalmente en su conversación a dos.

La supuesta ‘Infiltración’ de Ulrich se produce en el 2012 pero el primer encuentro con el Sr. James fue el 16 de Mayo del 2016. Como no tenemos nada que ocultar y Mads Brügger no pudo conseguir material sensacionalista durante 4 años, decidió crear una obra de teatro a la que yo seguí el juego con 2 objetivos: Denunciar a Ulrich y James en 2 organismos (Español y de un tercer país) una vez tuviera pruebas y consiguiera la información que buscaba.

Miles de miembros de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) conocen que el propósito de nuestra asociación es la amistad y la cultura, y durante 6 años, Ulrich atendió y grabó abiertamente nuestras reuniones, las publicó en internet y todo el mundo sabe quiénes somos y lo que hacemos (Incluidos muchos agentes de diversos servicios de inteligencia). No hay membresía y cualquier persona se puede inscribir y participar.

SOBRE EL ACTOR JAMES:

Decidí crear una estrategia y seguirle el juego. Para hacerlo tenía que mentir también a Ulrich, ya que era el sirviente personal de James y toda la información pasaba a través de él. James nunca dio detalles de su compañía o de él mismo por lo que necesitaba tener su pasaporte, su compañía y su intención real para informar a las autoridades. Al solicitar el visado para visitar Pyongyang pude entonces tener su nombre real: Jim Mehdi Latrache-Qvortrup, ya solo me quedaba tener alguna prueba de lo que realmente pretendía.

Como he dicho, su propuesta inicial era la construcción de un hotel lo cual no es nada especial. Pero más tarde, y sin venir a cuento, se refirió a que quería construir armas en el sótano del hotel lo cual cambió inmediatamente mi postura sobre él y Ulrich. Le dije que lo único que podía hacer era facilitarle una visita al país. De cualquier forma era un hombre muy arrogante y racista, por lo que desempeñé un papel que se ajustara a su modo de vida y fantasía. Así que le mentí, preparé sobre la marcha un discurso de ventas monumental para impresionarle, sacarle información y saber quién estaba detrás de todo eso.

En el film, Mads Brügger dice que James era el hombre de mis sueños, lo cual no hay nada más alejado de la realidad. El tipo de personas como él son las que más desprecio en este mundo. El papel desempeñado por Mr. James es un calco de Mads Brügger, una
persona arrogante y sin principios que trata a otros como sirvientes, que se siente racial y moralmente superior por ser rico, y que haría cualquier cosa por dinero.

FINALMENTE:

«The Mole» es un montaje de ficción que busca el sensacionalismo, no tiene un ápice de periodismo.

Los miembros de nuestra Asociación de Amistad con Corea (KFA) no tienen nada que ver con el montaje preparado por Mads y Ulrich, pero sus nombres y datos privados fueron publicados sin consentimiento y han iniciado acciones legales.

Mantengo contacto personal con el Panel de Expertos de sanciones de las Naciones Unidas, quienes fueron los primeros en comprobar que el film y las acusaciones no tienen sentido.

A pesar de ser una pieza sensacionalista y basura hay un elemento positivo, desde su estreno han aumentado diez veces las solicitudes de membresía en nuestra asociación.

Atentamente,

Alejandro Cao de Benós

Delegado Especial para el Comité de Relaciones Culturales de la RPD de
Corea

Presidente de la Asociación de Amistad con Corea (KFA)

Crítica de ‘El infiltrado’, un documental sobre Corea de Norte

Nada que no supiésemos, pero sí que no hayamos visto

Hace poco hicimos un programa sobre cine con dictaduras donde os hablábamos de la controversia que surgió cuando se fue a estrenar ‘The interview’, esa película en la que James Franco entrevistaría en la ficción al dictador de Corea del Norte. Incluso os contamos el intento fallido de enviar al impenetrable país copias del filme, en DVD o pendrives, atadas a globos con helio. Ahora toca hablar de una propuesta parecida pero enmarcada en un enfoque mucho más sensato y peligrosamente anclado a la realidad.

‘El infiltrado (The Mole: Undercover in North Korea)’ es una serie de dos capítulos que Filmin estrena el 5 de febrero de 2021. En ella dos hombres se infiltran en las cloacas de la República Popular de Corea del Norte asumiendo dos identidades ficticias: la de un simpatizante del país asiático y la de un millonario que quiere llevar a cabo negocios ilegales. Mads Brügger, director vetado en Corea tras ‘The red chapel’, un reportaje que puso en ridículo el hermetismo coreano, ha empleado como topo a un cocinero sin trabajo como Ulrich Larsen convirtiéndole en una figura cada vez más relevante de la Asociación de Amistad con Corea (KFA). Él y un actor llamado Jim Latrache-Qvortrup llegan a contactar con gerifaltes del régimen y ponen imágenes a muchas de las cosas que son vox populi cuando hablamos del gobierno de Kim Jong-un: tráfico de armas, lavado de cerebro, belicismo, alcoholismo…

Obviamente no llegan hasta el dictador, habría sido marcarse mate a lo Rodman. Pero si consiguen poner en marcha una trama que les lleva de Dinamarca a España a Uganda o la propia Corea del Norte. Y todo esto gracias a que consiguen engatusar al tarraconense Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez. Las imágenes grabadas con cámara oculta junto a este español, representante oficial de Corea del Norte, y los fragmentos de él en la televisión española son los que le dan verosimilitud a ‘El infiltrado’. Porque la verdad es que pasan cosas de película y uno llega a pensar si no son ficcionadas. Incluso es lícito plantearse si Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez ha hecho alguna vez algo tan criminal como lo que vemos pues cabe pensar que le incita a ello el propio documental invitándole a alardear de poder. Otra impresión que me da este personaje es que es alguien que busca el favor de los coreanos para recuperar el “esplendor” de su familia otrora con el dinero propio de marqueses, barones y condes.

‘El infiltrado’ es un documental a valorar por el peligro que ha supuesto hacerlo e incluso publicarlo. También por el tiempo que han dedicado a recopilar información e indagar. Es una historia que desde luego ha estado llena de sacrificio y por qué no, de la adictiva adrenalina que da sumergirse en trapos sucios y dinero. Si habéis visto ‘Juego de armas’ vais a saber a qué me refiero. Ha sido definida por el ex coordinador del Panel de Expertos de la ONU sobre Corea del Norte, Hugh Griffiths, como el mayor bochorno para el presidente Kim Jong-un que jamás hayamos visto. Y es que en más de una ocasión vais a descubrir cosas que hacen gracia por vergüenza ajena pero sobre todo vais a llevaros las manos a la cabeza.

Podríamos pensar que lo que vemos aquí está grabado con croma, como aquellas escenas de Forrest Gump en momentos clave de la historia. Pero otro aspecto que le da visos de verdad a ‘El infiltrado’ son las acusaciones que afirma haber llevado a cabo y que ha puesto en conocimiento de todos aquellos que han sido grabados. Aunque todo lo aquí expuesto no llegue a escalar hasta nuestras altas esferas me parece que va a ser los suficientemente trascendente como para llegar al Oscar. De ser así, me gustaría ver si se repite la cara de Alejandro en su último fotograma.

Por último, me gustaría avisar de que haremos copia de seguridad de esta modesta página para protegernos, por no hacer perder el tiempo a hackers coreanos. Para cerrar me gustaría poner en relevancia una dicotomía que me ha despertado ‘El infiltrado’. Al margen de que para hacer este relevante documental se ha jugado con los sentimientos de varias personas (daños colaterales entre los que no incluyo a los secuaces o contactos de Corea). Vivimos en un mundo que predica la paz, la libertad y la diversidad, que deja hacer y elegir. Quizá por eso no se ha metido la comunidad internacional en una libertadora invasión contra un país que por otro lado tiene poder nuclear. Pero irónicamente esa permisibilidad actual hace que en pleno siglo XXI haya un dictador y un país cerrado al resto del mundo, donde además se pasan por alto los derechos humanos. Quizá si todo esto llegase a ojos y oídos del pueblo norcoreano la cosa cambiase por si sola. ‘El infiltrado’ es un civilizado paso más hacia un mundo libre que me gustaría pensar que no quedará en agua de borrajas.

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