Vuelven Wakaliwood y Alan Alan Hofmanis a CutreCon

Podremos verles en el pase gratuito en la Universidad Complutense

El cine de acción ugandés, conocido popularmente como Wakaliwood (podéis leer un artículo dedicado aquí), regresa tras su exitoso paso por la quinta edición a CutreCon, Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid, con ‘Bad Black’ (2016) uno de los filmes más ambiciosos hasta la fecha de esta factoría cinematográfica ubicada en un pequeño suburbio de Kampala, capital de Uganda. La sesión gratuita, que tendrá lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid el 23 de febrero a partir de las 11:00 horas, se completa con ‘Once upon a time in Uganda’, documental que explica cómo estas películas, que apenas superan los 150 dólares de presupuesto, se han convertido en todo un fenómeno de masas gracias a Youtube, con proyecciones por todo el mundo ante un público enfervorecido.

Con motivo de la proyección de ‘Bad Black’, CutreCon 11 otorgará el Premio Jess Franco 2022 a Isaac Nabwana, director, guionista, editor y, en definitiva, responsable de las hilarantes películas de Wakaliwood, no solo por realizar largometrajes con un presupuesto ridículo y sin apenas recursos consiguiendo que se vean en todo el planeta, sino por crear desde la nada una boyante industria cinematográfica, poniendo en el mapa un pequeño y mísero suburbio de Kampala. Para recoger el premio en nombre de Nabwana, volará desde Uganda hasta Madrid Alan Hofmanis, un estadounidense que decidió dejar su vida en Nueva York atraído por las películas de Wakaliwood, y que se ha convertido en su mano derecha ayudando en la producción de los filmes y coprotagonizando buena parte de ellos, como es el caso de Bad Black, la película elegida para esta undécima edición de CutreCon.

Se trata de un título que tiene todos los elementos por los que el demencial cine de Wakaliwood se ha hecho tan popular: peleas de artes marciales, tiros, explosiones, violencia explícita, mucho humor (de la mano de un narrador que va acompañando a las imágenes y que se dedica a mofarse de los personajes y hacer toda clase de chascarrillos), no sin un toque de crítica social ante las duras condiciones de vida de los habitantes de Uganda.

El festival CutreCon está patrocinado por la empresa de realidad virtual Zero Latency, la tienda Impact Game, la gestoría Confislab, la editorial Applehead Team Creaciones, el portal de cine Moviementarios y la firma de merchandising Pandemic Stuff. Asimismo, el evento lo organizan los responsables de la web de cine y humor Cinecutre.com, la cadena de cines mk2, la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, la productora ADJ Proyectos Audiovisuales, la distribuidora Trash-O-Rama y la asociación Pop Culture España.

Carta de Alejandro Cao de Benós sobre el documental de ‘El infiltrado’

El Presidente de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) da su versión de los hechos

Hace unos días publicamos nuestra crítica de ‘El infiltrado’ una película documental sobre Corea del Norte que desde hoy podéis ver en Filmin. En esa película supuestamente dos hombres se infiltran y entremezclan entre cargos o gente relacionada con la República Popular de Corea (Corea del Norte). Una de esas personas vinculadas al régimen es Alejandro Cao de Benós, el cual, aparece mucho y no sale muy bien parado.

Alejandro Cao de Benós preside la Asociación de Amistad con Corea (KFA) y ha querido responder al documental con la siguiente carta que publicamos de manera íntegra gracias al mail que hemos recibido desde Filmin.

 

Nunca he dado mi consentimiento, nunca fui preguntado ni se me permitió defenderme de las injurias dentro del film «The Mole». Tampoco se me dio la posibilidad de visualizarlo parcial o totalmente antes de su estreno.

Se trata de un montaje lleno de mentiras, totalmente tergiversado y manipulado para obtener beneficio aprovechando mi imagen pública. Tengo entendido que, en el film, Mads Brügger dice que yo he sido detenido por tráfico de armas, lo cual es totalmente falso (Era tenencia ilícita de armas en mi domicilio) y demuestra que no hay ningún afán de investigación ni de contrastar información si no de sensacionalismo barato.

Mads Brügger en el film me considera un super villano o un idiota, pero solicitó encarecidamente mi ayuda para su primera visita a la RPDC. Gracias a ello pudo tener encuentros con el Korean Film Studio y produjo su anterior film ‘The Red Chapel’ (2009). Asimismo insulta a la RPD de Corea llamándola una empresa maligna y criminal, pero no dudó en pagar cientos de miles de euros al país para realizar su primer film-basura.

Soy Delegado Especial de un departamento de relaciones culturales. Mis cargos son honoríficos y no tengo contrato o salario por ello. Mi cargo me permite facilitar intercambios culturales o atender entrevistas con la posición oficial de la RPDC. No estoy autorizado a tomar decisiones por parte de cualquier departamento u organización del país.

Nunca la RPD de Corea me ha propuesto facilitar negocios que tengan que ver con armas y/o drogas.

SOBRE ULRICH LARSEN:

Nunca he tenido una relación cercana o regular con él. Mi relación estuvo limitada a un e-mail cada 3 o 4 meses y un encuentro anual junto con otros amigos de nuestra asociación. Cuando nos encontrábamos, Ulrich se quejaba de su complicada situación económica, los problemas de salud de su hija y su padre. Él maldecía al gobierno danés porque apenas recibía 500 euros de pension mensual y la vida en su país era tan cara.

Me dijo que tenía que trabajar tan duro para James (Como sirviente y secretario personal) pero que James no le pagaba nada por ello. Dijo que James estaba interesado en conocer Corea y hacer un proyecto de un hotel. Así que accedí a encontrarme con James en Oslo.

Nunca le dije a Ulrich que buscara negocios, fue una insistente solicitud suya que acepté por su situación personal y porque le conocía de nuestra asociación. Mads y Ulrich mienten totalmente en su conversación a dos.

La supuesta ‘Infiltración’ de Ulrich se produce en el 2012 pero el primer encuentro con el Sr. James fue el 16 de Mayo del 2016. Como no tenemos nada que ocultar y Mads Brügger no pudo conseguir material sensacionalista durante 4 años, decidió crear una obra de teatro a la que yo seguí el juego con 2 objetivos: Denunciar a Ulrich y James en 2 organismos (Español y de un tercer país) una vez tuviera pruebas y consiguiera la información que buscaba.

Miles de miembros de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) conocen que el propósito de nuestra asociación es la amistad y la cultura, y durante 6 años, Ulrich atendió y grabó abiertamente nuestras reuniones, las publicó en internet y todo el mundo sabe quiénes somos y lo que hacemos (Incluidos muchos agentes de diversos servicios de inteligencia). No hay membresía y cualquier persona se puede inscribir y participar.

SOBRE EL ACTOR JAMES:

Decidí crear una estrategia y seguirle el juego. Para hacerlo tenía que mentir también a Ulrich, ya que era el sirviente personal de James y toda la información pasaba a través de él. James nunca dio detalles de su compañía o de él mismo por lo que necesitaba tener su pasaporte, su compañía y su intención real para informar a las autoridades. Al solicitar el visado para visitar Pyongyang pude entonces tener su nombre real: Jim Mehdi Latrache-Qvortrup, ya solo me quedaba tener alguna prueba de lo que realmente pretendía.

Como he dicho, su propuesta inicial era la construcción de un hotel lo cual no es nada especial. Pero más tarde, y sin venir a cuento, se refirió a que quería construir armas en el sótano del hotel lo cual cambió inmediatamente mi postura sobre él y Ulrich. Le dije que lo único que podía hacer era facilitarle una visita al país. De cualquier forma era un hombre muy arrogante y racista, por lo que desempeñé un papel que se ajustara a su modo de vida y fantasía. Así que le mentí, preparé sobre la marcha un discurso de ventas monumental para impresionarle, sacarle información y saber quién estaba detrás de todo eso.

En el film, Mads Brügger dice que James era el hombre de mis sueños, lo cual no hay nada más alejado de la realidad. El tipo de personas como él son las que más desprecio en este mundo. El papel desempeñado por Mr. James es un calco de Mads Brügger, una
persona arrogante y sin principios que trata a otros como sirvientes, que se siente racial y moralmente superior por ser rico, y que haría cualquier cosa por dinero.

FINALMENTE:

«The Mole» es un montaje de ficción que busca el sensacionalismo, no tiene un ápice de periodismo.

Los miembros de nuestra Asociación de Amistad con Corea (KFA) no tienen nada que ver con el montaje preparado por Mads y Ulrich, pero sus nombres y datos privados fueron publicados sin consentimiento y han iniciado acciones legales.

Mantengo contacto personal con el Panel de Expertos de sanciones de las Naciones Unidas, quienes fueron los primeros en comprobar que el film y las acusaciones no tienen sentido.

A pesar de ser una pieza sensacionalista y basura hay un elemento positivo, desde su estreno han aumentado diez veces las solicitudes de membresía en nuestra asociación.

Atentamente,

Alejandro Cao de Benós

Delegado Especial para el Comité de Relaciones Culturales de la RPD de
Corea

Presidente de la Asociación de Amistad con Corea (KFA)

Crítica de ‘El infiltrado’, un documental sobre Corea de Norte

Nada que no supiésemos, pero sí que no hayamos visto

Hace poco hicimos un programa sobre cine con dictaduras donde os hablábamos de la controversia que surgió cuando se fue a estrenar ‘The interview’, esa película en la que James Franco entrevistaría en la ficción al dictador de Corea del Norte. Incluso os contamos el intento fallido de enviar al impenetrable país copias del filme, en DVD o pendrives, atadas a globos con helio. Ahora toca hablar de una propuesta parecida pero enmarcada en un enfoque mucho más sensato y peligrosamente anclado a la realidad.

‘El infiltrado (The Mole: Undercover in North Korea)’ es una serie de dos capítulos que Filmin estrena el 5 de febrero de 2021. En ella dos hombres se infiltran en las cloacas de la República Popular de Corea del Norte asumiendo dos identidades ficticias: la de un simpatizante del país asiático y la de un millonario que quiere llevar a cabo negocios ilegales. Mads Brügger, director vetado en Corea tras ‘The red chapel’, un reportaje que puso en ridículo el hermetismo coreano, ha empleado como topo a un cocinero sin trabajo como Ulrich Larsen convirtiéndole en una figura cada vez más relevante de la Asociación de Amistad con Corea (KFA). Él y un actor llamado Jim Latrache-Qvortrup llegan a contactar con gerifaltes del régimen y ponen imágenes a muchas de las cosas que son vox populi cuando hablamos del gobierno de Kim Jong-un: tráfico de armas, lavado de cerebro, belicismo, alcoholismo…

Obviamente no llegan hasta el dictador, habría sido marcarse mate a lo Rodman. Pero si consiguen poner en marcha una trama que les lleva de Dinamarca a España a Uganda o la propia Corea del Norte. Y todo esto gracias a que consiguen engatusar al tarraconense Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez. Las imágenes grabadas con cámara oculta junto a este español, representante oficial de Corea del Norte, y los fragmentos de él en la televisión española son los que le dan verosimilitud a ‘El infiltrado’. Porque la verdad es que pasan cosas de película y uno llega a pensar si no son ficcionadas. Incluso es lícito plantearse si Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez ha hecho alguna vez algo tan criminal como lo que vemos pues cabe pensar que le incita a ello el propio documental invitándole a alardear de poder. Otra impresión que me da este personaje es que es alguien que busca el favor de los coreanos para recuperar el “esplendor” de su familia otrora con el dinero propio de marqueses, barones y condes.

‘El infiltrado’ es un documental a valorar por el peligro que ha supuesto hacerlo e incluso publicarlo. También por el tiempo que han dedicado a recopilar información e indagar. Es una historia que desde luego ha estado llena de sacrificio y por qué no, de la adictiva adrenalina que da sumergirse en trapos sucios y dinero. Si habéis visto ‘Juego de armas’ vais a saber a qué me refiero. Ha sido definida por el ex coordinador del Panel de Expertos de la ONU sobre Corea del Norte, Hugh Griffiths, como el mayor bochorno para el presidente Kim Jong-un que jamás hayamos visto. Y es que en más de una ocasión vais a descubrir cosas que hacen gracia por vergüenza ajena pero sobre todo vais a llevaros las manos a la cabeza.

Podríamos pensar que lo que vemos aquí está grabado con croma, como aquellas escenas de Forrest Gump en momentos clave de la historia. Pero otro aspecto que le da visos de verdad a ‘El infiltrado’ son las acusaciones que afirma haber llevado a cabo y que ha puesto en conocimiento de todos aquellos que han sido grabados. Aunque todo lo aquí expuesto no llegue a escalar hasta nuestras altas esferas me parece que va a ser los suficientemente trascendente como para llegar al Oscar. De ser así, me gustaría ver si se repite la cara de Alejandro en su último fotograma.

Por último, me gustaría avisar de que haremos copia de seguridad de esta modesta página para protegernos, por no hacer perder el tiempo a hackers coreanos. Para cerrar me gustaría poner en relevancia una dicotomía que me ha despertado ‘El infiltrado’. Al margen de que para hacer este relevante documental se ha jugado con los sentimientos de varias personas (daños colaterales entre los que no incluyo a los secuaces o contactos de Corea). Vivimos en un mundo que predica la paz, la libertad y la diversidad, que deja hacer y elegir. Quizá por eso no se ha metido la comunidad internacional en una libertadora invasión contra un país que por otro lado tiene poder nuclear. Pero irónicamente esa permisibilidad actual hace que en pleno siglo XXI haya un dictador y un país cerrado al resto del mundo, donde además se pasan por alto los derechos humanos. Quizá si todo esto llegase a ojos y oídos del pueblo norcoreano la cosa cambiase por si sola. ‘El infiltrado’ es un civilizado paso más hacia un mundo libre que me gustaría pensar que no quedará en agua de borrajas.

Wakaliwood, la ilusión de los que hacen cine en África

Con Wakaliwood esperad lo inesperado.

Hoy en día pueden rodarse películas en cualquier parte del mundo y con casi cualquier dispositivo electrónico, hay cámaras y editores de vídeo por todas partes. Pero no olvidemos que sigue habiendo una buena porción del planeta que vive en condiciones de pobreza y lo que vengo a deciros hoy no es que os compadezcáis de ellos, si no que sintáis lástima de vosotros mismos por que ellos tienen más ilusión por hacer cine que muchos de nosotros. Esto es debido a que en determinada zona de África, que ha sido bautizada como Wakaliwood, están naciendo películas que comienzan a ser conocidas por el mundo entero y su presupuesto ronda los 150 dólares, muy lejos de los mil millones de dólares que se dice cuesta ‘Infinity War’, ¿verdad? La calidad de estos filmes está tan lejos como el presupuesto de las grandes producciones de Hollywood pero la diversión está mucho más asegurada por que ellos son mucho más capaces de reírse de sus capacidades y errores.

El origen de todo este movimiento está en Isaac Nabwana quien creó Ramon Films Productions (nombre que eligió mezclando los nombres de sus abuelas, no hay ningún nexo con España). Desde un barrio de la ciudad de Kampala (capital de Uganda) llamado Wakaliga y con un equipo informático ínfimo y paupérrimo crea y monta sus películas, la más conocida de ellas ‘Who killed Captain Alex’. Una película llena de tiroteos, peleas, bandas, comandos, explosiones… Todo lo que tiene un título digno de una súper estrella como Stallone o Bruce Willis. Os preguntaréis entonces qué tiene de malo y porqué se hizo viral en Internet. Pues sucede que con los recursos y actores de que dispone Nabwana el resultado son efectos especiales realizados a partir de fuentes creative commons como si estuviesen hechos con paint, cromas cutres, sobreactuaciones, armas creadas con sartenes, peleas fuera de lugar… Y pasa que eso a muchos nos hace gracia y no es difícil que se extienda como la pólvora por la red. Pero a otros no tanto, pero hay más. Porque diréis ¿cómo se «aguantan» estas películas tan mal hechas? De igual manera que aquí tenemos la costumbre de doblar películas en Uganda utilizan la figura del VJ (veejay). Es alguien que emplea su voz en off durante la película y la va comentando haciendo todo tipo de chistes sobre lo que va sucediendo y es muy muy gracioso oírle porque se lo toman todo con mucho humor. No es raro que llamen a sus protagonistas «el Schwarzenegger ugandés» o que se refieran a los malotes como una «suppa mafia».

Existe un elemento importante más en toda esta historia. Es un estadounidense llamado Alan Ssali Hofmanis. Ahora está afincado en Uganda y ayuda a Nabwana con todos sus filmes pero antes no era así. Cuando él vivía en Nueva York vio el famoso tráiler de ‘Who killed Captain Alex’, esa película en la que parece que todo Uganda sabe hacer kung-fu, y decidió dar un giro a su por entonces trastocada vida sentimental y volar hasta el país africano para apoyar al director en sus películas. No solo le hizo un documental (‘Welcome to Wakaliwood’) que mostrase al mundo todo este movimiento si no que va por el planeta mostrando las películas e incluso actuando en ellas. Hace poco le pudimos ver en ‘Bad Black’ en la cual se le bautizaba como «el Van Damme de Uganda». La película por cierto tuvo un argumento la mar de cautivador, fuera de toda broma, pues tenía giros interesantes y una trama muy interesante.

Orgullosos podemos estar los moviementarios y los asistentes a la CutreCon ya que estos modestos cineastas nos han hecho partícipes de sus películas. Se nos menciona (a España y a la CutreCon) en ‘Bad Black’ pero yendo más lejos, aparecemos en ‘Ebola Hunter’ ya que en la CutreCon V rodamos una escena que podéis ver en este enlace. En la última visita de Hofmanis a España continuamos con esa escena para el próximo filme que están preparando, la relación con ellos se está haciendo muy estrecha.

Los largometrajes de Wakaliwood se han podido ver en España en CutreCon o en pases especiales orquestados por los organizadores del festival, también han tenido este año alguna oportunidad en Sitges y San Sebastián. Por supuesto podéis comprar sus películas y merchandising a través de internet si os pica la curiosidad o no podéis esperar a que vuelvan a ser proyectadas en nuestro país. Valorad a estos artistas que dibujan sus propios carteles en tela de corteza, hacen sus armas con sartenes y distribuyen sus películas grabadas en DVD’s caseros. Wakaliwood seguirá sacando crowdfundings y tiene una campaña de Parteon para buscarse patrocinio, si queréis patrocinarles y aportar vuestro granito de arena solo tenéis que seguir este enlace. Os dejo por ejemplo con el inicio de ‘Bad Black’, es una buena muestra de todo lo que os he comentado, disfrutarlo.

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